lunes, 16 de septiembre de 2013

Cuando los niños deciden dibujar, nos están contando lo que les ocurre


Trabajo de Arteterapia realizado en el Centro de Apoyo Escolar y Psicológico de Mensajeros de la Paz (Madrid)

Curso 2012-2013

 

El trabajo arte-terapéutico con niños es de gran utilidad, ya que los menores utilizan muy bien los recursos artísticos para expresarse y no muestran resistencias a la hora de hacerlo. Además, nos valemos de su inmensa capacidad imaginativa y de sus ganas de crear como vía hacia la obra, la cual nos servirá para poder trabajar con las diferentes inquietudes que presenten y los obstáculos con los que se encuentren.
Durante el pasado curso escolar, el trabajo arte-terapéutico con este colectivo de niños, tuvo como objetivo último facilitar un espacio en el que los chavales pudieran expresar el conjunto de pensamientos y emociones que llevaban dentro.


A continuación, quería compartir, algunas imágenes de los talleres que fuimos realizando semanalmente durante el curso pasado. Son imágenes de muchos momentos de compartir, de reír, de jugar, de sonreír, de interpretar, de trabajar... en definitiva, muchos momentos del "ser" en su estado puro.
Los niños, a diferencia de los adultos, no están sesgados por las normas que la sociedad y la cultura inculcan, ni tampoco marcados por el "deber ser" que tarde o temprano todos hacemos como nuestro. Los chavales, sienten la necesidad de expresar y de decir aquello que necesitan en cada momento. Cuando sienten hambre, comen, cuando sienten sed, beben, cuando están enfadados, patalean y cuando sienten dolor, lloran... Justamente por ello, creo que la arteterapia es una opción natural para ellos. No sólo para potenciar, mejorar y trabajar la creatividad, si no como fórmula para que esos niños que algún día serán adultos, nunca pierdan esa capacidad de saber lo que necesitan en cada momento, y además sepan cómo expresarlo.
A lo largo del trabajo realizado con este grupo de un total de 16 niños comprendidos entre los 6 y los 15 años, aprendí que su capacidad para dar y compartir era infinita. Además, era fascinante ver como niños, con tan pocos recursos, se las ingeniaban para aprovechar cualquier resto de material a su alcance como algo útil en sus creaciones.
Si el objetivo último de la arteterapia es hacer terapia a través del arte, podríamos decir que con este grupo era como si ellos le hicieran terapia al arte... Lo que trato de decir es que lo que ellos le aportaban a las sesiones, lo que se creaba en los talleres y lo que allí salía, era mágico. 

                                                            
Añadir, con respecto a la forma en la que se enfocaron los talleres que cada uno de los cuales estuvieron dirigidos por una temática acordada previamente con el tutor de los niños. ¿Por qué? pues bien, porque en el caso específico de este colectivo de niños, había ciertos ámbitos en los que se quería intervenir de manera particular. Entre los temas abordados en las sesiones, puedo nombrar las relaciones vinculares entre iguales, el trabajo en equipo, los límites y las normas, las relaciones con los parentales...

Por otra parte, destacar durante el trabajo arte-terapéutico como el grupo se auto-gestionaba en numerosas ocasiones. Es decir, aunque era necesario las intervenciones como arte-terapeuta, también se daban muchas situaciones en las que los propios compañeros daban resolución a sus cuestiones que surgían en el grupo. Esta es otra de las riquezas de participar en un grupo de arteterapia infanto-juvenil, el hecho de beneficiarte de las aportaciones de los compañeros y poder gestionarlas con el grupo.   


Los niños, aquellos pequeños adultos de los que nunca me canso de aprender y con los que siempre me siento tan bien. Gracias por regalarme vuestras ganas de ser.        

Agradecida por todo, siempre.

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