Trabajo de Arteterapia realizado con los alumnos del Conservatorio Superior de Danza María de Ávila (Otoño del 2011, Madrid)
A través de la experiencia vivida con el
colectivo de bailarines, descubrimos como la creatividad fluía desde el
movimiento acompasado de la música hasta el movimiento acompasado del
pincel.
Los cuerpos, sus cuerpos, expresan con movimientos aquellos sentimientos que llevan dentro...
Muchas auto-exigencias concentradas
en aquellos jóvenes a quienes constantemente se les exigía más y más.
Gran momento de relajación cuando entendieron que en aquel espacio no
había juicios y que todo lo que ocurría allí, era genuina-mente válido.
El uso de las actividad plástica como herramienta de expresión tanto de la satisfacción como de la frustración...
El culto al cuerpo, los cuerpos perfectos...una sobre valoración hacia
el físico delgado, algo que se evidenciaba en la forma en la que
dibujaban sus siluetas y cómo las interpretaban.
Momento para el encuentro con uno mismo...tiempo para dejar de crear movimientos que gusten al espectador y centrarse en el yo...
A veces, tan sólo basta con dejarse llevar y experimentar lo que allí ocurre con nosotros. Ya sea bailando, pintando, cantando, tocando un instrumento, actuando... lo que parece que cada vez está más claro es que lo que ocurre con nosotros, es nuestro...